DISTRIBUCIÓN Y DISPOSICIÓN DE MEDICAMENTOS EN HOSPITALES

Distribución y disposición de medicamentos en hospitales Los estudios dirigidos a mejorar la manera en que los servicios de salud hacen llegar los medicamentos a los pacientes tienen una extraordinaria relevancia social. Los medicamentos son el principal insumo del proceso terapéutico, poseen un alto costo económico, y su acceso seguro, oportuno y suficiente es requisito de una atención médica de buena calidad. En nuestro país, además, el gasto en medicinas es uno de los que más impacta el gasto corriente de las familias y, en caso de enfermedad, una familia promedio puede llegar a consumir más de la mitad de su ingreso mensual en atención médica. Por lo mismo, un gasto elevado en medicamentos puede ser altamente empobrecedor para un mexicano promedio. En México, la prescripción de medicamentos esenciales comenzó hace más de medio siglo, con la implantación en 1950 de la primera lista de medicamentos básicos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Años más tarde se legisló el uso obligatorio del CBCM en todas las instituciones públicas de salud, con miras a racionalizar la adquisición, utilización y distribución de estos insumos en los centros de atención médica de las instituciones públicas. Actualmente, el CBCM sigue siendo el instrumento utilizado por el sector público para jerarquizar estos productos a partir de criterios terapéuticos y de costo-efectividad. Pero durante muchos años la evaluación de medicamentos en México se centró en el estudio del apego a la prescripción, y solamente hasta hace unas décadas se han llevado a cabo estudios sobre el abasto de estos insumos a escala nacional. En los últimos años el reto de satisfacer la demanda de medicamentos en el sector salud ha tenido que encarar condiciones de gran restricción económica, un variado mosaico de enfermedades y una historia de desorganización y falta de transparencia. Desde los primeros estudios realizados en forma rigurosa fue claro que los problemas en materia de abasto eran muy importantes en México. Un estudio a escala nacional realizado en unidades de la SSA hace 12 años demostró, por ejemplo, que en promedio sólo 50 por ciento de los medicamentos considerados esenciales estaban disponibles en las unidades de primer nivel de atención. En este contexto, y considerando que uno de los problemas más importantes relacionados con la calidad de la atención médica era la insatisfacción del usuario de los servicios por el desabasto sectorial institucional y el consecuente no surtimiento (parcial o total) de los medicamentos prescritos, la Subsecretaría de Innovación y Calidad de la SSA generó en diciembre de 2004 la iniciativa Satisfacer la demanda de medicamentos en el Sector Salud, destinada a mejorar estos procesos de abasto. En términos generales, este diagnóstico indicó que los problemas de abasto de medicamentos están compuestos por factores sumamente complejos, que van desde la deficiente preparación de los médicos que prescriben los medicamentos hasta la insuficiencia del presupuesto en salud. En general, las causas de que el desabasto de medicamentos fuera un problema generalizado en los servicios de salud se agruparon en tres rubros: a) La insuficiencia presupuestal; b) La ineficiencia en los procesos de abasto, y c) La falta de transparencia en dichos procesos. Para atender el primer rubro las acciones se encaminaron a elevar el presupuesto destinado a la salud y a hacer más equitativa la asignación entre las instituciones del sector. Para atender la falta de transparencia se propuso fortalecer la rendición de cuentas y combatir la corrupción en todas sus modalidades. En materia de eficiencia se encontraron fallas en toda la CAM: la planeación generalmente se realizaba de acuerdo con el consumo histórico, sin considerar los cambios en la morbilidad regional ni las tendencias de crecimiento y decremento estacionales; la distribución del medicamento a lo largo del año se hacía simplemente dividiendo el consumo anual entre doce, por lo que en ocasiones existía desabasto y en ocasiones exceso de claves, según la época del año; el proceso de adquisición iniciaba tardíamente cada año, de manera que el abasto en las unidades de atención comenzaba varios meses tarde; debido a que los tiempos para hacer las licitaciones se volvían muy cortos, existía el riesgo de que un alto porcentaje de licitaciones resultaran desiertas, y este fenómeno se acentuaba al no existir mecanismos para realizar compras diferenciadas según claves, para medicamentos genéricos o de patente. Muchas normas del sector en este terreno eran mal interpretadas por los encargados de las adquisiciones. SSA (2008) Evaluación de los procesos de financiamiento, selección, adquisición, almacenamiento y distribución de medicamentos en los Servicios Estatales de Salud. Casa abierta al tiempo. México, México.

Comentarios